Michel Morales

Michel Morales Molina SEO Consultant

Mi nombre es Michel Morales, computólogo de carrera, consultor Web SEO de profesión. Ayudo a empresas y emprendedores a mejorar el posicionamiento de sus sitios web. Las tres palabras que me definen son: naturaleza, tecnología e internet. Me apasiona compartir mis ideas a través de artículos publicados en diferentes espacios digitales en la red.

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Sobre mí

Nací en una pequeña comunidad de donde mis progenitores tuvieron que emigrar para buscar mejores oportunidades. Así fue como llegué al estado de Morelos, México. Ahí crecí, jugué, exploré y aprendí el valor del trabajo gracias a mis padres y al oficio que nos enseñaron a mí y a mis hermanos desde la infancia: el cuidado de las plantas.

Llegó la adolescencia, y a su vez, la decisión de elegir la escuela donde iba a seguir con mis estudios.

La parte dura y cruda del internet: el hardware

Recuerdo perfectamente una tarde de fútbol en la cancha del barrio, tenía 14 años de edad. Después de "la cascarita de fut", platicando con uno de mis mejores amigos acerca de las posibles escuelas donde podía continuar estudiando, él me sugirió elegir algún colegio con enseñanza en tecnología.

Fue así como decidí estudiar la Carrera Técnica en Electrónica en la ciudad más cercana.

Sin saber de qué trataba a en realidad, solo me dejé llevar por el nombre rimbombante, pero lo que más me atraía de ella era la agradable sensación de futuro.

Afortunadamente, la vida me dio un buen cerebro, porque sin él, yo creo que pronto hubiera desertado de aquella odisea llamada preparatoria.

¿Qué aprendí?

Todo lo relacionado con el hardware, el funcionamiento de la electricidad y de la electrónica. Descubrí cómo los electrones fluyen a través del silicio activando o desactivando señales (ceros y unos). Supe que a través del control en el flujo de los electrones es posible establecer lógica booleana, permitiendo digitalizar entradas, procesar información a alta velocidad y generar salidas.

Logré entender cómo funcionan los chips y conocer lo que llevan dentro.

Uno de los proyectos que más recuerdo fue la creación de un reloj digital con chips (circuitos integrados), cables y pequeñas pantallas (displays) numéricas. Algo como esto:

Reloj Digital en Protoboard
Reloj digital en protoboard. Imagen de: electronicageneral. el-foro .net/t81-relog-digital

Hoy considero que esta etapa de mi vida ha sido fundamental, me dio las bases técnicas para entender, por dentro, el funcionamiento de la tecnología en general, a partir de la cual el internet tiene sus cimientos.

Porque el internet, sin el hardware, simplemente no sería posible.

Jamás.

Pero el hardware, sin "alma", no nos hubiera llevado a nosotros, la humanidad, hasta donde hoy nos encontramos en el ámbito tecnológico.

El alma de la fiesta: el software

Había llegado el momento de dar el salto. Tomar la "difícil decisión" de elegir la universidad, y, por supuesto, la facultad en la que formaría mis pilares profesionales.

¿Pero qué crees?

Sí.

Me equivoqué al elegir. 😅

Quise explorar nuevos horizontes, y para aquellos años la carrera de ingeniería Mecatrónica era relativamente nueva. Hice mi examen de admisión, pero la lógica del famoso concepto en economía de "oferta y demanda" me dijeron: no es tu camino.

(Pocos lugares para muchos los interesados en estudiar ingeniería Mecatrónica = Menos probabilidades de ser admitido).

Esa puerta se cerró, pero se abrió una venta.

Así que fui por mi segundo intento.

Mis bases técnicas en electrónica y el agradable sabor a futuro me permitieron elegir algo un poco diferente al hardware, explorando otros caminos me apunté a la carrera de Ciencias de la Computación.

¿Qué aprendí?

Todo lo relacionado con el desarrollo de software. Ahí descubrí que si al hardware dentro de las computadoras le agregas algoritmos informáticos, se genera una extraordinaria fusión. Supe que existe la posibilidad de procesar grandes cantidades de información mediante consultas (o queries) a través de un gestor de base de datos como MySQL, por ejemplo.

Descubrí que todo dentro de los equipos, desde un celular hasta un poderoso servidor, debe (siempre) seguir una lógica para alcanzar el resultado deseado según los pasos establecidos dentro de los lenguajes de programación como Java, C++, PHP.

Además, ahí aprendí a usar e implementar los Sistemas Gestores de Contenidos (Content Managment System CMS por sus siglas en inglés).

Mis primeros sitios web en nivel de prototipos fueron creados con DRUPAL y Joomla.

También tuve la fortuna de crear mis primeros proyectos en desarrollo de software con la integración de SQL Server como gestor de base de datos y Visual Basic para la programación de interfaces.

Creo que de las cosas más valiosas que me dio la universidad fueron amigos y grandes experiencias que llevo en mi baúl de recuerdos.

Y por supuesto, también me dejó el conocimiento técnico de saber cómo desarrollar algoritmos, su estructura, el funcionamiento y la integración de diferentes etapas para lograr un proyecto digital como solución a una necesidad.

El lado obscuro de la luna

Según pienso, todos (o al menos la mayoría de nosotros) los seres humanos, hemos tenido etapas obscuras en nuestras vidas.

En mi caso, una de estas etapas obscuras la viví cuando recién comenzaba la universidad. Mi manera de enfrentar (evadir) lo que estaba sintiendo fue encerrándome la mayor parte del tiempo para estudiar, hacer tareas, mis proyectos, leer, volver a estudiar, etc. Prácticamente, lo que buscaba era relacionarme lo menos posible con las personas. Mi pretexto perfecto para lograrlo era "estudiando".

Así pasaron los meses.

Pasaron los años.

Pasó la etapa obscura.

Volví al mundo fuera del encierro y evidentemente me percaté de algo: Avancé favorablemente en mis estudios, pude enfocarme para aprender las cuestiones técnicas, pero tenía la sensación de que me hacía falta una cosa para seguir avanzando profesionalmente: Conectar con las personas.

Interactuar con la gente sin ser duro ni técnico, porque para nosotros los computólogos, o al menos para mí, era una característica predominante: ser introvertido, reservado y técnico.

Manos a la obra

Cada quien conoce sus dones, uno de los míos es la empatía.

Es un don con el que nací, y fue esa la herramienta inicial que tomé para avanzar hacia mi objetivo: Aprender a conectar con la gente.

Así que me puse en marcha, algo tenía que hacer para desarrollar esa habilidad (softskill como hoy le llaman).

¿Qué hice?

Por mera intuición comencé a buscar contextos y situaciones que me permitieran interactuar con más personas. Así que:

  • Me inscribí a Clases de baile (tenía dos pies izquierdos).
  • Me inscribí al programa de becarios del Centro de Vinculación BUAP.
  • Me inscribí para participar en el programa Verano de la Innovación en las empresas.
  • Me inscribí como tutor al programa Peraj Adopta un Amigo.
  • Me inscribí a Clases de guitarra y de violín.

Traté de aprovechar cada momento para conocer y conectar con más personas.

En definitiva, lo logré.

Fue otra de las etapas, para mí, de las más representativas y de mayor relevancia a nivel personal y profesional, porque justo ahí fue donde descubrí hacia dónde quería dirigir mi vida: hacia la gente y hacia la tecnología.

Mi primer sitio web

Antes de terminar la facultad me encontraba dando mis servicios como becario cuando tuve el privilegio de conocer e interactuar con la directora de una importante oficina de mi universidad.

Me comentó sobre una idea de un proyecto web que tenía en puerta. Platicamos algunos minutos mientras intercambiamos datos de contacto.

Pasaron algunos días cuando tuvimos la oportunidad, uno de mis mejores amigos y yo, de platicar con ella y conocer los detalles de la idea que tenía en mente. Así fue como nos aventuramos en aquel primer proyecto de desarrollo web. Sin saber todos los retos a los que nos íbamos a enfrentar, pero con entusiasmo de poner en práctica nuestros conocimientos técnicos adquiridos hasta ese momento.

El proyecto web debía contener información y un recorrido virtual en 360 grados de las oficinas de aquella dependencia.

¿Qué aprendí?

Considero que aquel primer sitio web me permitió tener un acercamiento a la gestión de un proyecto, con el establecimiento de tiempos con un inicio y un final. Cumplimiento de tareas diarias para alcanzar metas y la entrega de reportes de avances.

Otro de los más grandes aprendizajes fue el hecho de relacionarme con más personas, quienes tenían una experiencia profesional sumamente mayor a la mía.

Tocar puertas, buscar soluciones, hablar con la gente.

Investigar, implementar, probar, corregir, iterar e interactuar con más personas.

Desvelarme, levantarme, imaginar, aplicar y nuevamente, conectar con más seres humanos.

Aprendí mucho. Me divertí demasiado. Creo que me sentí como pez en el agua, tocando puertas, hablando con la gente, estudiando, aplicando lo poco o mucho que sabía acerca de gestionar y coordinar un proyecto. En definitiva, el punto era hacer que las cosas sucedieran.

Considero que el mayor aprendizaje de aquel desarrollo web fue, por supuesto, adquirir y aplicar conocimientos técnicos, pero sobre todo, creo que lo más sobresaliente para mí fue identificar un sentimiento de profunda gratitud y algarabía que jamás había sentido.

Estar al servicio.

Me sentía emocionado de conocer a nuevas personas. Interactuar con ellas, aprender de ellas. Era una sensación increíble, el hecho de levantarme todos los días con entusiasmo por querer llegar a mi trabajo, era peculiar.

Descubrir cuál era el reto que debíamos resolver y cómo entre todos los involucrados lo íbamos a sacar adelante. Era fascinante.

¿Eso lo había experimentado antes?

Al parecer no. 

O quizás no con la misma intensidad, pues lo que estaba haciendo era poner mis conocimientos y habilidades al servicio de algo o de alguien. 

Hoy sé que ese sentimiento profundo viene de la satisfacción de ver que mis capacidades son útiles para el logro de un propósito más grande

Crear algo que viene de mi imaginación, vivirlo con mis acciones, construirlo con mis manos y ver que es de utilidad. Para mí es altamente significativo.

Y justo aquí estoy, imaginando que me lees, construyendo este sitio web acerca de tecnología (SEO). Interactuando con personas como tú a través de la lectura, con el pretexto de un interés en común, el Posicionamiento web SEO.

Aquí sigo en mi día a día. Conectando con equipos de trabajo de forma presencial o de forma virtual-remota. No importa, pero finalmente, conectando.

Poniendo mis capacidades al servicio de algo o de alguien para alcanzar un fin. Un propósito más grande.

Aquí continúo. Aprendiendo, re-aprendiendo y trabajando. Evolucionando. Sirviendo.

El agua siempre vuelve a su cauce

Curiosamente el cause de la vida me ha llevado por contextos y situaciones afines a la tecnología.

Mi primer trabajo formal fue en una empresa, en aquel momento, de reciente creación (startup), relacionada con la comercialización, enseñanza y desarrollo de tecnología, enfocada principalmente en la robótica y la electrónica.

La primera misión que debía cumplir era desarrollar el Software para el Punto de Venta y gestión del inventario de productos. Usé Visual Basic con MySQL para lograr la encomienda.

Me llevó varios meses tener la versión beta final, pero se logró.

Luego pasé a la siguiente misión, implementar la tienda online. En aquel momento utilicé Zen-cart, un gestor de eCommerce personalizable y con el que lancé la primera versión de aquella tienda en línea.

Con mis bases técnicas en hardware y el desarrollo de software, rápidamente me adapté en aquella compañía. Tuve mi primer contacto con las redes sociales desde el punto de vista profesional y comencé a aprender acerca de esos canales de comunicación también.

Pero...

¿Cómo llegué al posicionamiento web?

En aquel momento mi enfoque era totalmente en el desarrollo de software y de hardware. No tenía el conocimiento acerca de la existencia de algo llamado SEO (posicionamiento web).

Aunque hubo algo que me ayudó a mantenerme cerca de descubrirlo, era el hecho de que yo estaba a cargo del sitio con la tienda online.

Tiempo atrás había instalado el código de seguimiento de Google Analytics, con el cuál podía monitorear el tráfico y visitas de aquel porta web eCommerce.

Fue en el 2014 que me di cuenta de que varios productos del catálogo de la tienda online comenzaron a incremenar sus visitas. Eso llamó mi atención detonando una idea: ¿por qué no entretener a los usuarios visitantes del catálogo con una sección de artículos de interés para ellos?

Así que sin tener la mínima idea del porisionamiento web, pero con el propósito de entretener y conectar con la gente que ya estaba visitando la tienda online, me puse a redactar artículos a diestra y siniestra.

Mi intención era solo una: entretener a la gente brindando algo útil, relevante y de interés.

Aquí puedes ver uno de los primeros artículos técnicos que escribí para aquel blog a finales del 2014.

En este enlace puedes ver otro de mis artículos escrito a principios del 2015. Este tenía más la finalidad de nota informativa dando a conocer a un grupo de jóvenes participantes de un concurso de robótica internacional.

¿Logré entretener a los visitantes?

Sí.

Pero lo más sobresaliente para mí fue que varios de esos contenidos que escribí con el fin de entretener a mis visitantes, comenzaron a atraer a muchos otros más visitantes.

Así que las gráficas del tráfico orgánico comenzaron a ir hacia arriba rápidamente. 😮

Un accidente más allá de un plan definido

Entonces me puse a investigar y tratar de entrender lo que estaba ocurriendo. ¿Por qué seguía creciendo el tráfico?

Fue en 2015 cuando dí con el responsable de aquella épica asaña: El posicionamiento web también conocido como SEO.

Ahí fue donde nos conocimos, las keywords y yo.

Así que a partir de ese momento, la redacción de contenidos ya no solo debía ser una mera ocurrencia, sino que tenía que escribir artículos con palabras clave que los usuarios estuviesen buscando para ganar más visitas.

Accidentalmente me había encontrado con una disciplina tecnológica en la que sin planearlo, hoy me sigo desempeñando profesionalmente.

Después supe que el SEO no solo aplicaba para los artículos del blog, sino que también aplicaba para productos de un catálogo de tienda online así como las diferentes secciones de una página web corporativa.

Desde entonces hasta la fecha han pasado varias empresas en las que he colaborado así como varios proyectos SEO en los que he aportado mis capacidades dirigiendo equipos, planeando estrategias de posicionamiento, realizando optimizaciones para el crecimiento del tráfico.



Michel Morales

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